Northside

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Desde Moston y Blackley: el origen de Northside

En un escenario alternativo, Northside habría sido el siguiente gran grupo de Factory Records después de Joy Division / New Order y Happy Mondays, dominando la escena británica de los noventa. Sin embargo, en la realidad, su historia fue otra.

La banda se formó a principios de 1989 en los barrios de Blackley y Moston, en el norte de Mánchester, de la mano de Warren ‘Dermo’ Dermody (voz) —fanático del Manchester United— y Cliff Ogier (bajo) —hincha del Manchester City. Poco después se sumaron Michael ‘Upo’ Upton (guitarra) y Paul ‘Wal’ Walsh (batería).

Por entonces, Moston era un típico barrio obrero golpeado por la recesión de la era Thatcher, aunque el auge de la música Acid House y la popularización del éxtasis a mediados de los 80 habían transformado la atmósfera. “Antes era todo fútbol y violencia, pero ahora es más tranquilo”, recordaría Dermo en 1990.

La efervescencia cultural se sentía: The Stone Roses se afianzaban como fenómeno nacional, bandas como James comenzaban a tener reconocimiento y lugares como la tienda Eastern Bloc y el club Thunderdome se convertían en epicentros juveniles. En ese caldo de cultivo, la actitud DIY heredada del punk impulsó la formación de nuevos grupos como Northside, animados por su entorno, sus amistades y el deseo de contar su propia verdad.

Primeros shows y el encuentro con Tony Wilson

Tras seis meses de ensayos, en agosto de 1989 grabaron sus primeras maquetas en The Cutting Rooms, parte de Abraham Moss College. Estas grabaciones lograron sonar con frecuencia en los programas de Tony the Greek en Piccadilly Radio y Craig Cash en KFM Stockport.

Northside – Shall We Take A Trip?

El 9 de septiembre de 1989, Northside realizó su primer show en vivo en The Boardwalk, un recinto de referencia en Mánchester, con entradas agotadas únicamente por el boca a boca. El interés creciente llamó la atención de Tony Wilson (todavía conocido sin el “Anthony H.”), quien visitó sus salas de ensayo y les ofreció un contrato discográfico. El acuerdo se selló informalmente aquella noche, cuando Wilson les dio un aventón de regreso en su Jaguar.

Antes de terminar 1989, el grupo había tocado en dos fechas memorables: como teloneros de Happy Mondays en el Free Trade Hall el 18 de noviembre, y en la fiesta navideña de la Haçienda el 17 de diciembre, junto a Paris Angels. Finalmente, en febrero de 1990, el contrato con Factory Records se formalizó oficialmente. Entre tanto, hubo un cambio en la formación: Timmy Walsh reemplazó a Upo en la guitarra.

«Chicken Rhythms»: el álbum que capturó un instante

En junio de 1991, Northside publicó «Chicken Rhythms«, su primer y único álbum de estudio bajo el mítico sello Factory Records. Producido por Ian Broudie, quien más tarde alcanzaría fama mundial con The Lightning Seeds, el disco condensó la esencia más luminosa de la escena Madchester: guitarras saltarinas, ritmos bailables y letras impregnadas de optimismo juvenil.

El álbum incluyó los singles «Shall We Take a Trip», «My Rising Star» y el himno «Take 5», que se convirtieron en favoritos de las pistas de baile alternativas del Reino Unido. Su sonido combinaba las guitarras indie con un bajo prominentemente funk y una batería contagiosa, en una fórmula que, si bien derivaba del legado de grupos como The Stone Roses o Happy Mondays, también mostraba la impronta propia de Northside.

«Chicken Rhythms» alcanzó el puesto 19 en el UK Albums Chart, un logro notable para una banda relativamente nueva en un sello independiente. Aunque la crítica no fue unánime —algunos medios como NME y Melody Maker mostraron su habitual escepticismo ante los grupos asociados al fenómeno Madchester—, el álbum encontró su lugar en el corazón de una generación que buscaba escapismo, hedonismo y música para celebrar.

Con su portada colorida diseñada por Central Station Design, «Chicken Rhythms» no solo encapsuló el sonido de su época, sino también su estética vibrante, psicodélica y despreocupada. Más de tres décadas después, el disco sigue siendo considerado un testimonio clave de una era en la que Manchester dictaba el pulso de la cultura juvenil británica.

Northside – Take Five

Tiempo de cambio

La caída de Factory Records en 1992 truncó no solo el lanzamiento del segundo álbum de Northside, sino también gran parte del impulso que el grupo había logrado construir. Como tantas otras bandas de la escudería de Tony Wilson, se encontraron sin el respaldo financiero ni el andamiaje promocional necesario para sostener una carrera en crecimiento.

Aunque no fue culpa de ellos —la crisis de Factory tuvo más que ver con desorganización administrativa y cambios en la industria musical que con los propios artistas—, Northside sintió de lleno el golpe. Sin sello, sin el segundo álbum editado y con un mercado británico cada vez más volcado hacia el grunge y el britpop incipiente, el grupo decidió separarse a principios de 1993.

Cada miembro tomó caminos distintos: Dermo y Cliff Ogier intentaron nuevos proyectos musicales, mientras que Paul Walsh y Timmy Walsh también exploraron otros intereses. El espíritu de camaradería que había impulsado a Northside en sus inicios se mantuvo vivo, pero la industria había cambiado irrevocablemente.

Resurgir y legado

Con el paso de los años, el interés por la música de la era Madchester resurgió, y con él el reconocimiento a bandas que, como Northside, habían capturado la energía y la atmósfera de una época. En 2006, Northside se reunió brevemente para ofrecer una serie de conciertos en el Reino Unido, demostrando que su música seguía conectando con aquellos que habían vivido la escena original, así como con nuevas generaciones de oyentes curiosos por explorar ese vibrante capítulo de la música británica.

Aunque el segundo álbum nunca vio la luz oficialmente, algunas de las canciones planeadas, como «Want A Virgin«, circularon entre coleccionistas y aficionados, alimentando la leyenda de lo que podría haber sido un renacimiento creativo para el grupo.

Hoy, Northside permanece como un símbolo de un momento único en Manchester: una banda que supo capturar el optimismo, la insolencia y la energía despreocupada de finales de los 80 y principios de los 90, justo antes de que el mundo cambiara de rumbo.

Northside – My Rising Star

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