The Verve
A la hora de sentarnos a escribir una biografía de un grupo grande como The Verve, uno siente la presión de pensar ¿qué puedo aportar de nuevo a una historia que la mayoría de sus fans se conocen de memoria?, pero buscaremos acercar la mayor cantidad de información y datos que nos sea posible para los más exigentes.
Tenemos que ubicarnos en Wigan, una ciudad del noroeste de Inglaterra (a medio camino entre Manchester y Liverpool, si me permiten la simplificación) que tradicionalmente se ubica en el condado histórico y geográfico de Lancashire. Allí surge el gen de esta agrupación que tenía en su formación inicial a Richard Ashcroft (voz y guitarra), Nick McCabe (guitarra), Simon Jones (bajo) y Peter Salisbury (batería).
Ashcroft, Salisbury y Jones se conocieron en realidad en la escuela secundaria Up Holland High School y se unieron a McCabe en la universidad de sexto grado de Winstanley Sixth Form College de Wigan, aunque previo a formar el grupo que les daría fama más tarde, Richard y Nick tuvieron un proyecto efímero denominado Rain Garden.
Luego de componer sus primeras canciones bajo el nombre ‘Verve’, en agosto de 1990 dan su primer concierto en el marco del cumpleaños de un amigo de la banda, en un pub de la ciudad de Wigan. Continuaron dando conciertos hasta mediados del año siguiente cuando uno de los primeros demos llamó la atención del sello Hut Recordings, una subsidiaria de Virgin, lo que los llevó a abrir shows para artistas como Catherine Wheel y Ride.
Es en ese sello discográfico donde Verve publica su single debut “All In The Mind”, en marzo de 1992, grabado unos meses antes en los Blue Bell Hill Studios de Kent, Inglaterra, junto al productor Paul Schroeder, que antes de esto había trabajado como ingeniero en el debut de The Stone Roses, y con una portada diseñada por Brian Cannon (de la compañía de diseño Microdot) con el que trabajaron a lo largo de su carrera y que también hizo trabajos más adelante para Oasis.
En ese mismo año el grupo editó 2 sencillos más, “She’s a Superstar” y “Gravity Grave”, que llegaron a trepar muy alto en las listas independientes de Reino Unido y tuvieron incluso mejor recibimiento de la prensa especializada. Ambos tracks contaron con la producción de Barry Clempson, que venía de trabajar en uno de los primeros singles de Spiritualized, agrupación para la que Verve abrió algunos shows por ese tiempo.
«Una de las pocas bandas que aún creen que el espacio entre tus oídos es infinito, que nada es imposible, que todo está a nuestro alcance. Se elevan. No es un viaje fácil, pero es una aventura infernal, un riesgo que merece la pena correr«.
NME (Noviembre 1992)
La mayoría de esas primeras canciones fueron recopiladas en “Verve”, un EP de cinco tracks publicado en diciembre de ese 1992, destinado a promocionar la música del cuarteto en Estados Unidos, donde se encontraban por aquel entonces acompañando la gira de The Black Crowes.
Al regresar de ese tour, Verve viajó a los Sawmills Studios de Cornwall, donde permaneció durante 7 semanas grabando su disco debut junto al productor John Leckie, productor del debut de The Stone Roses (que ese mismo año había trabajado en “Carnival of Light”, tercer disco de Ride). El debut de los mancunianos había sido una gran influencia en los comienzos de The Verve:
“A Storm in Heaven”, disco debut de Verve, llegó a las tiendas británicas el 21 junio de 1993, y llegó a alcanzar el Top 30 de la lista de discos, empujado por el éxito de los singles “Blue” y “Slide Away”. La crítica especializada lo recibió con reseñas mixtas aunque el disco fue ganando popularidad en los años posteriores siendo citado frecuentemente como una obra definitiva de rock psicodélico y shoegaze de los 90’s.
El título del álbum está tomado del libro del poeta, historiador y periodista Jay Stevens, “Storming Heaven: LSD and the American Dream”, un relato no ficticio de la historia de la propagación del LSD en Estados Unidos e Inglaterra durante el movimiento contracultural de la década de 1960.
El álbum sería además, el último lanzamiento oficial de la banda bajo el nombre ‘Verve’ antes de cambiar su nombre a «The Verve» por razones legales, luego de una pequeña disputa con el sello de jazz Verve Records. Con esa denominación publican en mayo de 1994, “No Come Down”, un recopilatorio de cara B y temas que no quedaron en su disco debut.
Al regresar de una turbulenta gira por Estados Unidos, el grupo comenzó a componer canciones para un nuevo disco en Wigan. En un principio tenían la idea de grabar el disco ahí mismo pero pronto el proyecto fue descartado migrando a los Loco Recording Studios de Gales.
Allí, The Verve se reunió con Owen Morris, un ingeniero galés que venía de trabajar en “Definitely Maybe” de Oasis y que luego sería fundamental en la carrera discográfica de la agrupación mancuniana. Junto a él finalizaron “A Northern Soul”, segundo álbum de estudio de la banda publicado el 20 de junio de 1995.
Anticipado por singles como “This Is Music” y “On Your Own”, el disco mostró un cambio sonoro en The Verve, alejándose de su costado más psicodélico hacia un rock alternativo más radial, con la voz de Ashcroft tomando un papel más prominente en mezcla final de las canciones.
«Aunque despojado de los elementos más abiertamente shoegazer de su debut ‘A Storm in Heaven’, el segundo trabajo de The Verve, ‘A Northern Soul’, no es menos épico en su alcance, forjando un sonido más pesado, más tradicionalmente psicodélico infundido con una energía caótica que refleja la agitación emocional en el corazón de las canciones de Richard Ashcroft«.
ALL MUSIC
El nombre, “A Northern Soul”, hace evidente referencia al movimiento de música y danza que surgió en el norte de Inglaterra y las Midlands a principios de los años 1970, pero es además el título de una de las canciones del disco que está dedicada al guitarrista de Oasis y amigo de Ashcroft, Noel Gallagher, quién ya había dedicado “Cast No Shadow”, del álbum “(What’s the Story) Morning Glory?”, a Ashcroft.
El disco tuvo mejor performance en la lista de discos alcanzando el escalón #13, incluso los 3 singles que se lanzaron de “A Northern Soul” alcanzaron el top 40, pero el disco no llegó a ser promocionado debidamente porque antes incluso del lanzamiento del single “History”, la tensiones internas habían terminado con el grupo… al menos por primera vez.
Ashcroft se reunió con Jones y Salisbury pocas semanas después de la ruptura, pero McCabe no volvió a unirse a ellos. La banda llamó entonces al antiguo guitarrista de Suede, Bernard Butler, pero éste sólo pasó un par de días con la banda siendo reemplazado luego por Simon Tong, un amigo del colegio al que se atribuye haber enseñado originalmente a Ashcroft y Jones a tocar la guitarra.
Aunque estaban reformados nuevamente, durante 1996 no realizaron ningún show como The Verve y solo se dedicaron a componer nuevas canciones para un nuevo álbum nuevamente con John Leckie, aunque luego descartaron ese trabajo. A pedido de Ashcroft, McCabe regresó al grupo a comienzos de 1997 y continuaron como quinteto grabando las sesiones que serían plasmadas en “Urban Hymns”, el tercer disco de The Verve.
Editado el 29 de septiembre de 1997, el álbum fue producido en principio por Martin Glover, más conocido como Youth, pero con el regreso de McCabe gran parte de esas sesiones fueron descartadas McCabe regresó volvieron a grabar varios temas esta vez junto a Chris Potter, un ingeniero de sonido bastante ignoto por aquel entonces, que sería un colaborador continúo desde allí.
“Urban Hymns” tuvo un éxito descomunal debutando en la cima del UK Chart y manteniéndose allí durante 5 semanas de manera consecutiva pero más adelante regresó al Nº 1 durante 7 semanas más, sumando a lo largo de los años más de 160 semanas en el top 100 y siendo hasta el día de hoy (noviembre de 2023) un de los 20 discos más vendidos en la historia de la música británica.
Todo ese éxito se debe al suceso del primer single del disco: “Bitter Sweet Symphony”. El track ingresó directamente en el escalón #2 de la lista británica cuya cima quedó en manos de “I’ll Be Missing You” de Puff Daddy. Una de las varias razones de la popularidad de la canción fue su clip promocional que lo convirtió en uno de los himnos de ese año.
Sin embargo, el éxito comercial no pudo ser aprovechado económicamente por The Verve porque la melodía se basa en una muestra de la versión orquestal de 1963 de Andrew Loog Oldham de la canción de los The Rolling Stones, “The Last Time” (incluida en un álbum de 1966 denominado ‘The Rolling Stones Songbook’).
El grupo obtuvo permiso para utilizar la muestra de seis segundos de Decca Records, propietaria de la grabación de Oldham, pero también necesitaban permiso del editor de «The Last Time«, algo de lo que no se dieron cuenta hasta que se completó el álbum, por lo que la mayor parte de las regalías fueron a los bolsillos del ex manager de los ‘Stones’, Allen Klein, quién se negó a autorizar el uso del fragmento y se hizo con el control de los créditos de la canción.
Por suerte para el grupo, hubo revancha poco después porque el siguiente single, “The Drugs Don’t Work”, pudo alcanzar la cima del UK Chart y allanó el camino para “Urban Hymns”, que ganó el premio al ‘Mejor Álbum’ en los Brit Awards de 1998, el Ivor Novello a ‘Mejor Compositor’ para Richard Ashcroft y varios galardones en los premios del semanario musical NME en ese mismo año.
El álbum también fue seleccionado para el Mercury Prize junto a otros grandes trabajos de la época como el “Mezzanine” de Massive Attack o “This Is Hardcore” de Pulp, pero finalmente quedó en manos de Gomez con su disco “Bring It On”.
«The Verve lanzaban al mundo la que sería su obra magna, aquella por la que siempre serían recordados y el pasaporte hacia una hipotética conquista el mundo. O, cuando menos, para cosechar la tan ansiada fama global con la que posicionarse de una vez por todas en la primera división musical de su país.»
MONDOSONORO
Mientras el resto de los singles lanzados para promocionar el disco, como “Lucky Man” o “Sonnet”, extendían el éxito del disco en todo el mundo, el clima interno de The Verve, se desmoronaba. La siempre tensa relación de Ashcroft y McCabe, había llegado a límites de agresión física lo que hizo que el guitarrista abandonara parte de la gira mientras estaban en Estados Unidos.
Al regresar a Reino Unido continuaron algunas presentaciones más con músicos de reemplazo hasta un último concierto, en Irlanda, a fines de agosto de 1998. Finalmente, luego de un período de inactividad, en abril de 1999 se anunció que The Verve se había separado nuevamente.
Al momento de oficializarse la segunda separación del grupo, Ashcroft ya estaba trabajando en material en solitario en que habían colaborado Salisbury y B. J. Cole, guitarrista de sesión que había entrado en reemplazo de McCabe en los últimos shows de The Verve.
Lanzado poco más de un año después de la disolución de la banda que le dió fama, Richard Ashcroft publicó “Alone with Everybody”, alcanzando nuevamente el Nº 1 pero dejaremos más detalles sobre su carrera en solitario cuando le dediquemos su merecido profile.
Simon Jones y Simon Tong formaron el supergrupo The Shining, que llegó a publicar un álbum antes de disolverse en 2003. Luego Tong fue el reemplazo de Graham Coxon en Blur (en la gira de “Think Tank”) pero además su amistad con Damon Albarn, lo llevó a ser guitarrista adicional de Gorillaz y miembro oficial del proyecto The Good, the Bad & the Queen. Pero además su CV incluye proyectos más personales como Erland and the Carnival y los efímeros supergrupos Transmission y The Magnetic North.
En 2007, Salisbury se puso en contacto con McCabe para colaborar en música nueva y Ashcroft, que venía de editar su tercer disco “Keys to the World”, hizo las paces con el resto y The Verve volvió a reunirse aunque en esta oportunidad sin Simon Tong, un poco para evitar roces en el núcleo interno del grupo y otro tanto porque Tong estaba estable en otros ambientes laborales menos tóxicos.
Más allá de algunos shows, The Verve anunció que se encontraba trabajando en material nuevo en los State Of The Ark Studios de Londres, nuevamente con Chris Potter en la producción pero en esta oportunidad repartiendo créditos con Tim Bran, que para ese entonces había trabajado más como programador pero ahora es un colaborador habitual de London Grammar, por ejemplo.
Ese equipo grabó “Forth”, publicado el 25 de agosto de 2008, a través de Parlophone, y que debutó directamente en la cima de la lista de discos de Reino Unido, empujado por la buena recepción de su primer single “Love Is Noise”, con el que llegaron nuevamente al top ten trás más de una década.
«Con una textura psicodélica y una atmósfera inquietante, ‘Forth’ recuerda los dos primeros álbumes de Verve, ‘A Storm in Heaven’ y ‘A Northern Soul’. Cuenta la leyenda que ambos fueron grabados bajo la influencia de grandes cantidades de drogas. Nadie confiesa si hubo estimulantes involucrados en la realización de ‘Forth’. Pero con varias canciones pasando la marca de los seis o siete minutos, se sospecha que nadie en la sala estaba lo suficientemente sobrio como para presionar el botón de apagado.»
THE GUARDIAN
Ese nuevo renacer de The Verve no duraría demasiado ya que Jones y McCabe se distanciaron de Ashcroft por considerar que éste estaba utilizando la reunión del grupo, apenas como un vehículo para reflotar su carrera en solitario, aunque la separación del grupo nunca se hizo oficial.
McCabe, Jones, el violinista Davide Rossi (que también formó parte de The Verve en las giras), la vocalista Amelia Tucker y el baterista Michele Schillace formaron una nueva banda, The Black Ships, que más tarde cambió su nombre a Black Submarine, que estuvo activa hasta 2017, mientras que Ashcroft se abocó de manera definitiva a su propia carrera.
En abril de 2019, ABKCO Music & Records, junto a Mick Jagger y Keith Richards, acordaron devolver las regalías y los créditos de composición de “Bitter Sweet Symphony” a Ashcroft, anuncio que el vocalista hizo en mayo de ese año, cuando recibió el premio Ivor Novello por su destacada contribución a la música británica de la Academia Británica de Compositores, Compositores y Autores.