Entrevista a The Wombats

Quince años de himnos generacionales y melodías que invitan a bailar
Desde sus inicios en Liverpool, The Wombats se distinguieron por una fórmula tan improbable como efectiva: letras cargadas de ironía, neurosis y desvelo existencial, envueltas en estribillos luminosos y ritmos diseñados para la pista de baile. Su debut «A Guide to Love, Loss & Desperation» (2007) convirtió canciones como «Let’s Dance to Joy Division» en himnos de una juventud que encontraba en el sarcasmo y el baile una vía de escape. A partir de allí, el trío formado por Matthew Murphy, Tord Øverland Knudsen y Dan Haggis trazó una trayectoria que desafió al paso del tiempo y a los vaivenes de la industria, manteniendo intacta su esencia.
Con discos como «This Modern Glitch» y «Glitterbug», la banda consolidó un estilo propio, capaz de sonar tan íntimo como expansivo, y se ganó un lugar en festivales de todo el mundo. Incluso en tiempos de incertidumbre, como ocurrió durante la pandemia, lograron reinventarse con «Fix Yourself, Not the World», grabado de manera remota y celebrado por la crítica por su frescura y resiliencia creativa.
Hoy, con «Oh! The Ocean», los Wombats vuelven a encontrarse cara a cara en el estudio, recuperando la energía orgánica de sus primeros pasos y sumando la experiencia acumulada tras más de una década y media en activo. En esta entrevista exclusiva con Radio Britannia, Dan Haggis repasa los aprendizajes del camino, la importancia de los proyectos solistas, el presente de la escena británica y el entusiasmo de llevar sus nuevas canciones a audiencias cada vez más diversas.
— Más de 15 años después del lanzamiento de «A Guide to Love, Loss & Desperation», muchas de esas canciones siguen resonando con nuevas generaciones. Incluso el estribillo de «Kill the Director» se mantiene vigente cada vez que sale una nueva película de Bridget Jones. ¿Cómo se siente ver esas canciones cobrar vida en el escenario hoy, frente a un público cada vez más diverso?
«Sí, se siente increíble que las canciones hayan resonado con tanta gente durante tanto tiempo. Ahora tenemos personas que vienen a los shows siendo adolescentes y que escucharon nuestras canciones por primera vez cuando eran niños, ¡y les encantaron! La energía en nuestros conciertos es la misma que hace 15 años.»
Entre la ironía y la pista de baile: la fórmula Wombats
— Uno de los sellos distintivos de The Wombats siempre ha sido el contraste entre letras que a menudo rozan lo existencial o autocrítico, y melodías irresistiblemente bailables. ¿Cómo nació esa fórmula y cómo logran reinventarla en cada nuevo álbum?
«Fue simplemente la combinación de Murph luchando con sus demonios e intentando descifrar la vida en lo lírico, y musicalmente a nosotros nos encantaba tocar juntos en una sala; era (y sigue siendo) como una sesión de musicoterapia, y la energía siempre terminaba siendo muy positiva. Además, tener melodías optimistas le da un rayo de sol a las letras. Si la música fuera realmente sombría, entonces las letras sonarían mucho más oscuras.»
— «Oh! The Ocean» marcó su regreso al estudio después del desafío de grabar «Fix Yourself, Not the World» de manera remota. El nuevo disco tiene un aire luminoso y esperanzador, con momentos que nos recuerdan a «Glitterbug», especialmente ahora que se acerca el décimo aniversario de ese álbum tan querido por los fans. ¿Cómo fue volver a reunirse creativamente en persona, y cómo se sintió este proyecto en comparación con experiencias anteriores?
«Sí, fue genial volver a estar en la misma sala después de «Fix Yourself, Not the World». Estoy muy orgulloso de que lográramos hacer ese álbum durante la pandemia, pero nada supera la experiencia de tocar juntos para conseguir ese sentimiento orgánico de banda. Grabar este disco se sintió más parecido a cómo grabamos el primer álbum: todos tocando en vivo en un estudio, sin demasiada edición o retoques, solo haciendo toma tras toma hasta que sonara bien.»
John Congleton y un nuevo horizonte sonoro
— Trabajaron con John Congleton como productor en «Oh! The Ocean», un nombre con una trayectoria impresionante y diversa. ¿Cómo fue grabar con él y hubo algún disco de su carrera que los inspirara o influyera en la decisión de sumarlo al proyecto?
«Hace años, cuando Tord y yo buscábamos a alguien para mezclar nuestro proyecto Sunship Balloon, un amigo de la industria musical nos sugirió a John. Escuchamos mucho de lo que había mezclado y producido y, como dices, nos encantó lo diverso y único que sonaba todo, así que lo contactamos ¡y aceptó! Nos encantó el trabajo que hizo mezclando nuestro EP y primer álbum «Everywhen», así que cuando pensamos en productores para «Oh! The Ocean», él estaba primero en la lista. Amamos trabajar con Mark Crew (quien hizo los últimos tres álbumes) y es un gran amigo, pero sentimos que necesitábamos probar algo nuevo en este disco. John tiene un estudio increíble en Los Ángeles, así que fuimos allí y pasamos seis semanas haciéndolo. Fue genial trabajar con él, realmente inspirador.»
— Han logrado construir una carrera sólida en una industria que ha cambiado drásticamente desde sus inicios. ¿Cuál crees que ha sido la clave para mantenerse relevantes sin perder su esencia ni caer en modas pasajeras?
«Creo que siempre buscar la mayor honestidad posible en las letras, intentar mantener la curiosidad y la emoción en lo que hacemos musicalmente, y que los tres estemos un poco locos, probablemente también ayude.»
Dan the Man: un refugio creativo sin presiones
Entre discos de estudio, giras y proyectos paralelos, también encontraron espacio para explorar caminos personales. En tu caso, Dan, lanzaste el proyecto Dan the Man. ¿Cómo fue hacer algo fuera de la banda y hay posibilidades de un nuevo disco solista?
«Ha sido muy importante para los tres tener distintos espacios creativos porque no podemos meterlo todo en The Wombats. También es esencial crecer y explorar individualmente, para que cuando volvamos juntos hayamos despejado la mente y tal vez aprendido una o dos cosas que podamos aportar al grupo. Me encanta hacer Dan the Man. Escribo, produzco e interpreto casi todo yo mismo y trabajo con el ingeniero/productor/amigo Rob Whiteley en Liverpool, así que es un proyecto muy divertido, sin presión ni plazos, donde puedo simplemente experimentar, explorar y darle sentido a mis propios pensamientos y sentimientos. Tengo escritas unas 30 o 40 canciones, así que probablemente el próximo año intente decidir qué será el nuevo álbum solista y grabarlo.»
— Con los años han influido en muchas bandas nuevas, pero imaginamos que también prestan atención a lo que ocurre en la escena actual. ¿Hay artistas o proyectos del Reino Unido que últimamente te hayan llamado la atención? ¿Algo que realmente te haya sorprendido?
«Vi a Raye actuar en un festival en el que tocamos recientemente. Ella y su banda fueron increíbles. Todavía no había escuchado su álbum, así que lo busqué después y es muy bueno. Se llama «My 21st Century Blues«, que además es el mismo título que una de nuestras canciones lado B; parece que las grandes mentes piensan igual, ¡jaja! También el último álbum de BC Camplight, «A Sober Conversation», es absolutamente increíble. De hecho, fue grabado en el mismo estudio de Liverpool donde yo grabo todos mis discos de Dan the Man. Tienen que escucharlo.»
El motor que los impulsa: familia, memoria y canciones
— Después de todos estos discos, giras, proyectos paralelos y experiencias de vida… ¿Qué los sigue impulsando a volver al estudio y al escenario como The Wombats?
«The Wombats es como una familia y un álbum fotográfico sonoro de nuestras vidas. Cada vez que tocamos, los recuerdos regresan y escuchar al público cantar y verlos bailar nos da muchísima alegría. En un mundo lleno de oscuridad, la música es un verdadero rayo de luz. Además, no hay nada mejor que la sensación de crear algo de la nada en el estudio. Llegas por la mañana con algunas ideas y energía acumulada, y al final del día, con suerte, hay una nueva canción en el mundo. Es adictivo.»
— Sabemos que ya han girado por Sudamérica y dejaron una gran impresión. ¿Qué recuerdan de esa visita, ya sea del público o de la escena musical local? ¿Tuvieron oportunidad de conectar con algún artista regional? ¿Hay planes de volver pronto?
«Lo pasamos increíble. La gente que conocimos, el público, la comida, los paisajes… todo fue mágico para nosotros. No tenemos planes concretos en este momento, pero ojalá tengamos la oportunidad de volver y llevar nuestras nuevas canciones a Sudamérica.»
El instinto intacto
Con más de quince años de trayectoria, The Wombats lograron lo que pocas bandas de su generación: crecer sin perder chispa. Sus canciones siguen tendiendo puentes entre la ironía y la euforia, entre la confesión íntima y el desahogo colectivo en la pista de baile. En tiempos donde la industria privilegia lo efímero, ellos insisten en el poder de los estribillos memorables y en la complicidad con un público que los acompaña desde los primeros acordes.
Hoy, con «Oh! The Ocean» recién salido del horno, el trío reafirma que su historia no depende de la nostalgia, sino de la capacidad de reinventarse sin renunciar a su esencia. Tal vez por eso, después de conversar con Dan Haggis, se entiende que lo suyo no es supervivencia, sino convicción: la certeza de que todavía hay himnos por escribir y nuevas pistas de baile por conquistar.